Joseph Brooksher se había pasado gran parte de su vida trabajando en una empresa de marketing. A pesar de que su carrera le había brindado estabilidad económica, no había logrado encontrar satisfacción en su trabajo. Todo cambió cuando, a los 40 años, decidió dejar su trabajo actual para convertirse en un músico profesional.
Joseph comenzó a tocar la guitarra a una edad temprana y había sido un pasatiempo constante a lo largo de su vida. Con el apoyo de su esposa y sus hijos, decidió tomar un salto de fe y perseguir su verdadera pasión.
Fue un camino difícil lleno de incertidumbre, pero Joseph nunca se rindió. Después de meses de práctica y ensayo, finalmente logró su primer concierto. A partir de ese punto, la carrera de Joseph despegó. Comenzó a dar conciertos en locales locales y rápidamente ganó seguidores.
Aunque dejó su carrera en marketing, nunca se sintió más feliz. Ahora, vive su vida al máximo como músico y mentor de jóvenes talentos. Joseph aprendió que siempre es posible seguir tus sueños, no importa cuán arriesgado parezca.
Bonnie Lee Bakley y Joseph Brooksher se conocieron a finales de los años 80 en Memphis, Tennessee. En ese momento, Bakley se desempeñaba como promotora de entretenimiento y Brooksher trabajaba como director de escena en el circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey.
La relación entre Bakley y Brooksher no duró mucho tiempo, pero tuvo consecuencias importantes para ambos. Bakley quedó embarazada y afirmó que Brooksher era el padre de su hijo, pero él lo negó.
Después de la ruptura de su relación con Brooksher, Bakley comenzó a perseguir a otras celebridades, incluyendo a Jerry Lee Lewis y a Robert Blake, quien finalmente se convirtió en su esposo. Sin embargo, después de que Bakley fue asesinada en 2001, surgieron informes de que Brooksher había sido interrogado sobre su muerte.
Aunque Brooksher negó cualquier implicación en el asesinato de Bakley, su relación con ella se ha mencionado en varias ocasiones en relación con el caso de Blake. Blake fue declarado inocente del asesinato de Bakley en un juicio muy publicitado en 2005.