Juliette Drouet fue una actriz y amante del poeta francés Victor Hugo. Nació el 10 de abril de 1806 en Fougères, Francia y comenzó su carrera como actriz en París en 1829. Conoció a Hugo en la década de 1830 y comenzaron una relación amorosa que duró más de 50 años.
Drouet se convirtió en la musa y la inspiración de Hugo, quien escribió muchas obras de teatro y poesías dedicadas a ella. Sin embargo, su relación fue tumultuosa y estuvo marcada por infidelidades y desacuerdos. Drouet se mantuvo fiel a Hugo durante su exilio en Guernsey, donde escribió gran parte de su obra maestra "Los Miserables".
Drouet falleció el 11 de mayo de 1883 en París, habiendo mantenido su amor por Hugo hasta el final de sus días. Su correspondencia con el poeta, que sobrevivió a ambos, sigue siendo una fuente importante de información sobre sus vidas y su relación.
James Pradier fue un famoso escultor francés de la época romántica, quien mantuvo una larga relación sentimental con Juliette Drouet, una actriz y escritora francesa. La relación entre ambos duró más de 14 años, desde 1833 hasta la muerte de James en 1852.
Pradier, conocido por sus obras de estilo neoclásico y romántico, se enamoró de Juliette en 1833 durante una actuación en la que ella interpretó a la heroína de una de sus obras. Su relación comenzó en secreto debido a que James estaba casado en ese momento, pero pronto se hizo pública.
Juliette se convirtió en la musa de James y fue la inspiración detrás de muchas de sus famosas esculturas, como "La Semiramis" y "La Sapho". También le dedicó varios poemas y canciones.
La pareja tenía una relación tumultuosa, que se vio afectada por los celos y las infidelidades. Pero a pesar de todo, siguieron juntos hasta la muerte de James en 1852, momento en el que Juliette quedó destrozada.
Juliette continuó escribiendo y actuando después de la muerte de James. Sin embargo, nunca volvió a enamorarse como lo había hecho de él, y mantuvo el recuerdo de su amado escultor hasta su propia muerte en 1883.
La relación entre Juliette Drouet y Victor Hugo fue una de las más intensas y duraderas de la historia del amor romántico. Comenzó en 1833, cuando Juliette era una actriz de teatro y Victor un poeta y escritor joven y prometedor. A partir de entonces, Juliette se convirtió en la amante y musa de Victor durante más de 50 años.
Esta relación fue muy intensa y pasional, y ambos mantuvieron una intensa correspondencia durante todo el tiempo que duró. Gracias a estas cartas, hoy sabemos mucho sobre su historia de amor y sobre la personalidad y el carácter de ambos.
La relación entre Juliette y Victor no estuvo exenta de dificultades y altibajos. En varias ocasiones, Victor se alejó de Juliette e incluso llegó a romper con ella para intentar acabar con la relación, pero siempre volvía a reencontrarse con ella.
A pesar de todo, la relación entre ambos personajes fue una de las más profundas y simbólicas del Romanticismo francés, y sigue siendo objeto de estudio y fascinación para los amantes de la literatura y de la historia del amor.
Victor Hugo fue un famoso escritor y poeta francés del siglo XIX, famoso por obras como "Los Miserables" y "El Jorobado de Notre Dame". Juliette Drouet fue una actriz francesa y amante de Hugo durante más de 50 años.
Victor Hugo y Juliette Drouet se conocieron en 1833, cuando ella tenía 19 años y él 31. Empezaron una relación que duraría toda su vida, y aunque nunca se casaron, Hugo la llamaba su esposa.
Drouet se convirtió en la inspiración y la musa de Hugo, y él le dedicó muchos de sus poemas y novelas. La correspondencia entre ambos fue intensa y constante, y se estima que Hugo le escribió más de 20.000 cartas a lo largo de su vida.
Además de ser su musa, Drouet también se convirtió en su secretaria y asistente personal, y estuvo a su lado durante muchos de los momentos más importantes de su carrera, incluyendo su exilio en las Islas del Canal.
La relación entre Hugo y Drouet fue apasionada y tumultuosa, y se vieron obligados a mantenerla en secreto debido al escándalo que causaría en la sociedad francesa de la época. Sin embargo, fue una unión duradera y profunda que dejó una marca indeleble en la obra y la vida de Victor Hugo.