Justin Rogina, un exitoso empresario, ha pasado gran parte de su vida viajando por todo el mundo para expandir su compañía de tecnología. Pese a su ocupada agenda, siempre encuentra tiempo para hacer lo que más le apasiona: el arte. Desde niño mostró una gran habilidad para dibujar y pintar, lo que lo llevó a estudiar arte en la universidad. A pesar de aquello, decidió seguir la carrera empresarial, aunque nunca abandonó su pasión. En su tiempo libre, Justin se dedica a crear obras que reflejan su visión del mundo actual. La mayoría de sus cuadros son abstractos y a menudo incorporan elementos de la tecnología y la sociedad. Terapeutas y coleccionistas de arte han notado que sus pinturas tienen un efecto relajante y meditativo en los espectadores. Cuando está en su ciudad natal, Justin disfruta de las actividades al aire libre junto a su esposa y sus dos hijos. Le gusta caminar por los parques y hacer senderismo en las montañas cercanas. También es un apasionado de la cocina y disfruta preparando cenas y experimentando con nuevos sabores y recetas.