Karl Dures llevaba una vida solitaria en su pequeño apartamento en el centro de la ciudad. A pesar de haber tenido varias relaciones en el pasado, ninguna había parecido llenar el vacío que sentía en su interior. Por eso, se había refugiado en su trabajo en una importante compañía financiera, donde había logrado ascender gracias a su dedicación y habilidades analíticas. Sin embargo, últimamente había comenzado a sentir que algo faltaba en su vida. Había estado reflexionando mucho sobre su propósito en el mundo, sobre lo que realmente le importaba y lo que quería lograr antes de que fuera demasiado tarde. Por eso, había comenzado a tomar clases de meditación y había empezado a hacer ejercicio regularmente. Aunque todavía se sentía un poco perdido, estaba decidido a encontrar su camino y a vivir la vida que quería vivir. Tal vez era hora de dejar atrás su vieja forma de ser y de abrirse a nuevas posibilidades.