Karol Szymanowski (1882-1937) fue un importante compositor y pianista polaco. Nació en Tymoszówka, en lo que hoy es Ucrania, en el seno de una familia acomodada e inculcado en las artes desde temprana edad.
Estudió con grandes músicos de la época, como Ferruccio Busoni y Max Reger, y su estilo musical evolucionó desde un romanticismo temprano hasta un neoclasicismo moderno influenciado por la música tradicional polaca y los sonidos orientales.
En 1904, Szymanowski debutó como pianista y compositor en Viena y rápidamente ganó reputación internacional. En 1914, se mudó a la ciudad montañosa de Zakopane, donde comenzó a experimentar con las tradiciones musicales locales y las culturas orientales, como la de Persia e India.
Durante la Primera Guerra Mundial, Szymanowski se retiró a su finca en Tymoszówka, donde compuso algunas de sus obras más importantes, como su Primera Sinfonía y el ciclo de canciones "Songs of the Infatuated Muezzin". También fue muy reconocido por su ópera "Rey Roger", que se basa en la vida de un rey medieval polaco y fue estrenada en 1926.
Durante los últimos años de su vida, Szymanowski luchó contra una enfermedad renal y continuó componiendo mientras viajaba por Europa y el norte de África para recuperar su salud. Falleció en Lausana, Suiza, en 1937. Su legado musical incluye numerosas obras para orquesta, coro, piano y voz, y se considera que tuvo un gran impacto en la música polaca del siglo XX.
Boris Kochno fue un poeta, bailarín y coreógrafo ruso que trabajó estrechamente con el legendario bailarín Serge Diaghilev y su compañía de ballet Ballets Russes en la década de 1920. Karol Szymanowski, por otro lado, fue un compositor polaco que se destacó en el campo de la música clásica y realizó sus obras durante la misma época.
Kochno y Szymanowski colaboraron en varias producciones del Ballets Russes, incluyendo "El pájaro de fuego" y "Le rossignol". Szymanowski escribió la música y Kochno ayudó a escribir el libreto y la coreografía. También colaboraron en la producción de "Harnasie", una obra que combinó la música de Szymanowski con la danza tradicional polaca.
La relación entre Kochno y Szymanowski fue muy fructífera y creativa, y su trabajo juntos ayudó a impulsar la innovación y la experimentación en el mundo de la danza y la música clásica.