Kat Perkoff, nacida en 1938 en una familia judía en el Bronx, Nueva York, fue una escritora, poeta y artista. Durante su infancia, su familia se mudó a California para escapar de la discriminación antisemita en Nueva York. Allí Kat encontró su pasión por la escritura y el arte, y comenzó a publicar poesía en revistas literarias.
En la década de 1960, se mudó a San Francisco y se involucró en el movimiento Beat y en la contracultura. Allí, se convirtió en amiga cercana y colaboradora de Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti y otros escritores famosos de la época. También conoció a su esposo, el poeta y activista político Michael McClure. Juntos, formaron una comunidad artística y política en la bahía de San Francisco.
Además de su trabajo como escritora y poeta, Kat también se dedicó al arte visual, y sus obras fueron exhibidas en galerías de todo el país. Además, fue una activista por los derechos civiles y participó en manifestaciones contra la guerra de Vietnam y en defensa de los derechos de las mujeres.
Kat falleció en 2006, dejando tras de sí una importante obra literaria y artística que continúa siendo reconocida y apreciada por aquellos que la conocieron y por los nuevos lectores y admiradores de su trabajo.
Un día, Ellen estaba caminando por una concurrida calle en Los Ángeles cuando vio a una mujer joven sentada en la acera, dibujando con un lápiz y papel. Intrigada por su arte, Ellen se acercó y se presentó a la mujer, que resultó ser Kat Perkoff.
Impresionada por el talento de Kat, Ellen le preguntó si le gustaría trabajar en su programa de televisión como diseñadora de vestuario. Kat aceptó y pronto comenzó a hacerse un nombre en Hollywood gracias a su creatividad y estilo único.
La amistad entre Ellen y Kat se fortaleció a medida que trabajaban juntas, creando no solo ropa para la televisión, sino también colaborando en proyectos creativos en general. Con el tiempo, la relación profesional se convirtió en una amistad duradera que ambas valoraron enormemente.
Ellen siempre se sintió agradecida por haber conocido a Kat de manera tan fortuita y por haber encontrado a una amiga y artista tan talentosa. Para ella, el día en que se encontró con Kat en la calle fue solo una muestra más de que las cosas buenas suceden cuando menos lo esperamos.