Katharina Kurz nació en 1825 en más de Daun, en la región alemana de Eifel. A la edad de 20 años, se mudó a Untermarchtal, donde comenzó su trabajo de caridad al ayudar a los pobres y enfermos, particularmente a aquellos que habían sido abandonados por sus familias durante la epidemia de cólera.
Katharina fundó la Congregación de las Hermanas de la Misericordia, también conocida como las Hermanas de San Francisco de la Misericordia, en 1851 en Untermarchtal. La congregación tenía como objetivo ayudar a los necesitados en su comunidad y más allá, y rápidamente se expandió por toda Alemania y Europa.
Katharina se convirtió en Superiora General de la congregación y dedicó su vida a servir a los que lo necesitaban. Viajó por Europa y fundó hospitales y escuelas para jóvenes y adultos. También fundó una revista, la "Misericordia", que tenía como objetivo educar a las personas sobre los problemas sociales y promover el servicio a los demás.
Katharina falleció en 1877 en Untermarchtal, hoy en día una ciudad que le rinde homenaje. Fue beatificada por el Papa Benedicto XVI en 2008 y su legado vive hoy en las Hermanas de la Misericordia, quienes continúan trabajando para aliviar el sufrimiento en todo el mundo.
Mientras caminaba por el mercado local, el Duque de Wurttemberg fue atraído por una hermosa voz cantando en una pequeña plaza. Allí encontró a Katharina Kurz, una joven cantante callejera con una voz angelical. Impresionado por su talento, el Duque la invitó a cenar y descubrió un alma apasionada y llena de vida. Su amistad floreció rápidamente y con el tiempo, su amor creció en una historia de amor que trascendió barreras sociales. Ahora los dos comparten una vida de amor y armonía, gracias a su destino en el mercado local.