Katherine Mansfield nació en Nueva Zelanda en 1888. A una edad temprana, comenzó a escribir cuentos y poemas, lo que la llevó a estudiar en Londres y París. En 1909 se casó con un conocido crítico literario, pero el matrimonio no duró mucho tiempo. A lo largo de su carrera, Mansfield publicó numerosos cuentos y relatos que la convirtieron en una figura destacada en la literatura modernista. Ella exploraba temas de identidad, amor, pérdida y el sentido de la vida. También fue una figura importante en el desarrollo del cuento moderno, y su trabajo influyó en escritores de todo el mundo. Mansfield enfrentó una batalla constante con la salud, que finalmente la llevó a su muerte en 1923 a los 34 años. A pesar de su corta vida, dejó un legado duradero en la literatura y fue reconocida como una de las escritoras más influyentes del siglo XX.