Kelly Bishop nació en Colorado Springs, Colorado en 1944 y creció en Denver. Empezó a bailar a una edad temprana y eventualmente se mudó a Nueva York para perseguir una carrera en la danza. Trabajó como bailarina en varias producciones de Broadway antes de conseguir un papel en la película de 1969 "The Best Man".
Sin embargo, es más conocida por sus papeles en televisión. Interpretó a Emily Gilmore en la serie de comedia-drama "Las chicas Gilmore" durante 7 temporadas. También apareció en "Dirty Dancing" (1987) y en el revival de Broadway de "A Chorus Line" en 2006.
Bishop recibió numerosas nominaciones y premios por su carrera en el teatro y la televisión, incluyendo un Premio Tony por su papel como "Sheila" en "A Chorus Line". Actualmente, Kelly Bishop sigue activa en la industria del entretenimiento, participando en producciones teatrales y de televisión.
Kelly Bishop y Lee Leonard estuvieron casados durante 26 años hasta la muerte de Leonard en 2018. Leonard fue un presentador de televisión y productor de programas de entrevistas conocido por su trabajo en el programa "David Frost Show". Leonard y Bishop se conocieron en los años 70 y se casaron en 1981. Tuvieron un hijo juntos llamado Jed. Bishop es una actriz de teatro, cine y televisión conocida por sus papeles en "Gilmore Girls" y "Dirty Dancing". La pareja mantuvo una relación privada y dedicó gran parte de su tiempo a su carrera y familia. Bishop habló públicamente sobre la pérdida de su esposo, expresando su dolor y admiración por su trabajo en la industria del entretenimiento.
Kelly Bishop y Peter Miller se conocieron en una cita a ciegas organizada por amigos en común. Kelly llegó al restaurante nerviosa y un poco tarde, mientras que Peter ya estaba allí, sentado en la mesa con una sonrisa amistosa en el rostro. Al principio, la conversación fue un poco incómoda y formal, pero después de unos minutos descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo sus aficiones por la danza y la cocina.
Después de la cena, decidieron ir a tomar un trago en un bar cercano. La conversación fluyó con más naturalidad y se rieron juntos de las anécdotas de cada uno. Kelly comenzó a sentir una atracción hacia Peter, y él también parecía estar disfrutando de su compañía. Fue entonces cuando Peter tomó la iniciativa y la invitó a bailar. Descubrieron que eran buenos bailarines y su química se hizo evidente en la pista de baile.
Al final de la noche, Peter le pidió a Kelly su número de teléfono y ella aceptó encantada. Desde entonces, han salido en varias citas y se han enamorado cada vez más. Ambos están felices de haberse conocido esa noche, y agradecen a sus amigos por haber organizado aquella cita a ciegas tan especial.