Ken Jenkins es un actor estadounidense nacido en 1940 en Dayton, Ohio. Estudió en la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Dayton y comenzó su carrera como actor en la década de 1970. Ha participado en numerosas series de televisión, incluyendo Star Trek: La Nueva Generación, Cheers, The X-Files, CSI: Miami y Scrubs, en la que interpretó al Dr. Bob Kelso durante ocho temporadas. También ha aparecido en películas como The Abyss, Air America and I Am Sam. Jenkins ha recibido múltiples nominaciones a premios y ha ganado el Premio del Sindicato de Actores en conjunto con el elenco de Scrubs en la categoría de Mejor interpretación de un ensamble en una serie de comedia.
Katharine Houghton y Ken Jenkins han trabajado juntos en varias ocasiones a lo largo de sus carreras en la industria del entretenimiento, pero no se sabe que hayan tenido una relación personal más allá del trabajo.
Katharine Houghton es una actriz estadounidense conocida por su papel en la icónica película "Adivina quién viene a cenar" (1967), protagonizada por Spencer Tracy y Katharine Hepburn. También ha trabajado en series de televisión como "The Bold Ones: The New Doctors" y "Hawaii Five-O".
Por su parte, Ken Jenkins es un actor estadounidense que ha aparecido en numerosas películas y programas de televisión, pero quizás sea mejor conocido por su papel como el Dr. Bob Kelso en la serie de comedia "Scrubs".
Houghton y Jenkins trabajaron juntos en la serie "The Law and Harry McGraw" en 1987 y en la película "The Last Best Year" en 1990. Ambos han continuado trabajando en la industria del entretenimiento desde entonces, pero no se ha informado de ninguna otra colaboración o relación personal entre ellos.
Joan-Patchen y Ken-Jenkins se conocieron en un pequeño café en el centro de la ciudad. Los dos estaban sentados en mesas separadas, cada uno absorto en sus propios pensamientos. De repente, el café se quedó sin electricidad y la iluminación se apagó en todo el lugar.
Desesperado por encontrar su camino hacia la salida, Ken se puso de pie y empezó a caminar hacia la puerta. Sin embargo, tropezó y cayó sobre la mesa de Joan, haciendo que su taza de café cayera al suelo y su contenido se derramara por todas partes.
Muy apenado por su torpeza, Ken se disculpó profusamente mientras trataba de limpiar el desorden. Joan, en cambio, rió con ganas, encontrando la situación bastante divertida.
A partir de ese momento, los dos comenzaron a hablar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Continuaron hablando durante horas, tomando más café de lo que cualquier ser humano debería beber en una sola sentada.
Para cuando llegó la hora de cerrar el café, los dos habían intercambiado números de teléfono y acordado reunirse de nuevo pronto. Ahora, meses después de su primer encuentro, Joan y Ken son una pareja feliz y enamorada gracias al fortuito encuentro en aquel pequeño café.