Kenneth Wagg nació el 14 de octubre de 1911 en Inglaterra. Fue un reconocido educador, escritor y pedagogo, que pasó gran parte de su carrera como profesor de inglés en diversas instituciones educativas en Inglaterra, Sri Lanka y otros países del sudeste asiático.
Wagg también fue un prolífico escritor, tanto de ficción como de no ficción, y sus obras fueron muy reconocidas en su época, incluyendo algunos galardones como el premio Carnegie Medal en 1959 por su novela juvenil "The Lotus Caves".
Además, Wagg fue un defensor incansable de la educación multicultural e internacional, y trabajó para promover la comprensión y el respeto hacia otras culturas y formas de vida. También fue un gran defensor de la educación informal y experiencial, y su trabajo tuvo un gran impacto en el desarrollo de programas educativos y recreativos a nivel mundial.
Kenneth Wagg falleció el 17 de octubre de 1979, a los 68 años, pero su legado educativo y literario aún perdura y sigue siendo relevante en la actualidad.
Kenneth Wagg y Margaret Sullavan tuvieron una breve relación en la década de 1930. Sullavan era una actriz estadounidense que había ganado popularidad en Hollywood por su talento en películas como "El bazar de las sorpresas" y "Tres camaradas". Por su parte, Wagg era un rico empresario británico que había hecho fortuna en la industria textil.
Aunque no se sabe con exactitud cómo se conocieron, se cree que se conocieron durante un viaje de Sullavan a Europa. La actriz quedó encantada con el encanto y la sofisticación de Wagg, y rápidamente se enamoraron. La pareja mantuvo su relación en secreto al principio, pero pronto se convirtieron en la comidilla de Hollywood.
La relación entre Sullavan y Wagg fue turbulenta. A menudo discutían y se peleaban en público. Además, la actriz era conocida por ser temperamental y difícil de complacer, lo que hacía que su relación fuera aún más complicada.
Finalmente, la relación terminó en 1937 después de que ambos se involucraron en un accidente de tráfico. Después del incidente, Sullavan regresó a Hollywood y se casó con el director William Wyler, mientras que Wagg regresó a Inglaterra y se enfocó en sus negocios.
A pesar de su final turbulento, la relación entre Kenneth Wagg y Margaret Sullavan sigue siendo recordada como una de las más interesantes y enigmáticas de la década de 1930.