Kenny Clarke fue un baterista de jazz nacido en Pittsburgh, Pensilvania, en 1914. Durante su vida, se convirtió en uno de los músicos de jazz más influyentes e innovadores de su tiempo, ayudando a dar forma al sonido del bebop en la década de 1940. Clarke comenzó su carrera musical tocando en bandas locales en Pittsburgh antes de mudarse a Nueva York en 1935. Allí, comenzó a tocar con varios artistas influyentes de la época, como Dizzy Gillespie, Charlie Parker y Thelonious Monk. En la década de 1940, Clarke se convirtió en uno de los principales impulsores del bebop, una forma de jazz que se caracteriza por su velocidad, complejidad y espontaneidad. Clarke innovó en la batería, introduciendo el uso del ride cymbal y los hi-hats en el jazz moderno, y desarrollando un estilo de tocar en el que hacía hincapié en el ritmo y la interacción con los otros músicos. A lo largo de su carrera, Clarke tocó con muchos otros grandes artistas de jazz, como Miles Davis, Coleman Hawkins y Wes Montgomery. También colaboró en la creación de la banda sonora de la aclamada película de Louis Malle "Ascensor al cadalso". Clarke falleció en Francia en 1985, pero su legado como uno de los padres fundadores del bebop y como innovador en la batería del jazz sigue siendo reconocido y celebrado en todo el mundo.