Kimberley Scott es una mujer con una gran personalidad y un gran corazón. Ha dedicado gran parte de su vida al voluntariado y a ayudar a los demás. Su pasión por hacer el bien comenzó a una edad temprana, cuando su abuela la llevaba a trabajar en la cocina de un refugio para personas sin hogar. Esa experiencia la marcó y la inspiró a seguir ayudando a los demás. Con el tiempo, Kimberley ha fundado su propia organización sin fines de lucro para apoyar a las personas en situación de pobreza extrema y a los niños en riesgo. Además, ha viajado por todo el mundo para prestar ayuda en emergencias y desastres naturales. A pesar de su trabajo y dedicación, Kimberley es una madre amorosa y una esposa devota. Ha criado a dos hijos brillantes y ha mantenido una relación sólida con su esposo durante más de 20 años. Su vida es una prueba de que una persona dedicada y apasionada puede tener un impacto positivo en la vida de aquellos que la rodean. Kimberley es un modelo a seguir para todos aquellos que buscan hacer una diferencia en el mundo.