Koppe Koppeschaar fue un científico y divulgador científico holandés nacido en 1950. Estudió matemáticas y física en la Universidad de Utrecht, y se especializó en la teoría de la información.
En 1983, Koppe Koppeschaar comenzó a trabajar como divulgador científico y periodista en la televisión holandesa, donde se encargó de producir programas educativos y documentales sobre ciencia, tecnología y medio ambiente.
En 1986, fundó el “Instituto para la Divulgación de la Ciencia” (ICDI), que se centró en la difusión de la ciencia a través de los medios de comunicación. Koppe Koppeschaar también escribió varios libros y artículos sobre ciencia y tecnología para el público en general.
En su carrera, Koppe Koppeschaar se enfocó en hacer la ciencia accesible y comprensible para personas de todas las edades y orígenes. Además de sus trabajos en la televisión y la escritura, también se dedicó a dar conferencias y charlas en varios países.
Koppe Koppeschaar recibió diversos reconocimientos por sus logros en la divulgación científica, incluyendo el Premio Descartes de la Comisión Europea en 2001. Falleció en 2018, pero su legado como defensor de la ciencia y la educación continúa inspirando a muchos.
Un día soleado en Ámsterdam, Koppe-Koppeschaar iba caminando por la calle cuando de repente vio a Jelka-Van Houten sentada afuera de una cafetería. Él se sintió atraído por su belleza y decidió acercarse para hablar con ella.
Después de unos momentos de conversación, Koppe-Koppeschaar y Jelka-Van Houten descubrieron que tenían muchos intereses en común, como su amor por el arte y la música clásica. Decidieron seguir hablando mientras disfrutaban de un buen café en la terraza.
La pareja pasó varias horas juntos, disfrutando de su tiempo y conociéndose mejor. Pronto se dieron cuenta de que habían encontrado algo especial el uno en el otro y decidieron continuar su relación.
Desde ese día soleado en Ámsterdam, Koppe-Koppeschaar y Jelka-Van Houten han estado juntos, apoyándose mutuamente en sus carreras y explorando el mundo juntos. Su amor sigue siendo tan fuerte como lo fue en aquel día en la cafetería.