Krzysztof Jabłoński es un pianista, compositor y profesor polaco nacido en 1955 en Poznan. Comenzó a estudiar música a los 7 años y en su juventud su trayectoria musical se consolidó tras ganar varios concursos y obtener becas para formarse en la prestigiosa Escuela Juilliard de Nueva York.
Jabłoński ha actuado en todo el mundo junto a las principales orquestas y ha grabado numerosos discos, tanto solista como en colaboración con otros músicos. En su carrera ha sido reconocido con varios premios internacionales, entre ellos el primer premio del Concurso Internacional de Piano de la Juventud en 1975 y el primer premio en el Concurso Internacional de Piano de Ferruccio Busoni en 1978.
Además de desempeñarse como solista, Jabłoński también es un destacado profesor de música y ha impartido clases en varias instituciones educativas, incluyendo la Academia de Música de Poznan, la Universidad de Szczecin y la Universidad de Música Fryderyk Chopin en Varsovia.
Jabłoński es conocido por su técnica y sensibilidad musical, y se le considera uno de los grandes pianistas de su generación.
Krzysztof y Izabela se conocieron en una fiesta de cumpleaños en común de unos amigos. En un principio, no se habían dado cuenta de la presencia del otro, pero fue en el momento en el que los dos se acercaron al buffet de comida cuando se toparon el uno con el otro. Izabela estaba cogiendo unos canapés de salmón cuando de repente, algo distrajo su atención. Krzysztof, al verla tan concentrada en la comida, decidió acercarse a ella.
— ¡Vaya pinta que tienen esos canapés! ¿Me permites que pruebe uno? – preguntó Krzysztof con una sonrisa.
— Claro, adelante – respondió Izabela, también con una sonrisa.
A partir de ahí, comenzaron a charlar animadamente sobre la fiesta, sus amigos en común y demás temas de conversación de rigor. La chispa entre ellos era evidente desde el primer momento, así que no fue ninguna sorpresa cuando se intercambiaron los números de teléfono al final de la noche. A partir de ese momento, no tardaron en empezar a salir juntos... y el resto es historia.