Lana Jenkins era una mujer muy dedicada a su trabajo como abogada. Era conocida por su agudeza mental y por su habilidad para persuadir a los demás. Le encantaba trabajar y dedicaba muchas horas del día a ello, pero también se aseguraba de tener tiempo para hacer ejercicio y cuidar de su salud. Como era una persona muy organizada y disciplinada, nunca llegaba tarde ni dejaba pendientes en su trabajo.
Aunque su carrera era muy importante para ella, también tenía una vida social activa. Solía salir con sus amigos los fines de semana y era una gran anfitriona cuando organizaba cenas en su casa. A pesar de que algunos la veían como una persona seria y fría, era muy cariñosa con su familia y sus seres queridos.
En su tiempo libre, Lana disfrutaba leer novelas y ver películas. También le gustaba viajar y conocer nuevas culturas. Su próxima aventura era un viaje a Japón que tenía planeado para el año que viene. En cuanto a relaciones amorosas, no se le conocía ninguna pareja estable, pero no parecía preocuparse por ello.
En general, la vida de Lana Jenkins estaba enfocada en su trabajo, pero también sabía cómo disfrutar de su tiempo libre y de las relaciones personales importantes en su vida.
Owen Warner y Lana Jenkins se conocieron en un día soleado en la playa mientras practicaban surf. Ambos se encontraban en la misma zona para principiantes y comenzaron a charlar mientras esperaban las olas. Descubrieron que tendrían clases en la misma escuela de surf y decidieron continuar hablando durante la lección. A partir de ese momento, Owen y Lana se hicieron amigos cercanos y eventualmente comenzaron a salir juntos. Compartieron una pasión por el mar y el surf, pero también descubrieron que tenían intereses similares en la música, la cocina y los viajes. Con el tiempo, su amistad floreció en una relación que ha durado varios años y todavía acuden a la misma playa donde se conocieron para surfear juntos.