Lauren Hastings vivía una vida plena, llena de actividades y personas que la hacían feliz. Se levantaba temprano todas las mañanas para disfrutar de una taza de café mientras miraba el amanecer. Le gustaba hacer ejercicio y yoga para mantener su cuerpo en forma y su mente despejada. Durante el día, trabajaba como diseñadora de modas y se sentía agradecida de poder realizar su pasión a diario. Los fines de semana los dedicaba a viajar, ya fuera en solitario o con amigos. Le encantaba explorar nuevos lugares, probar comida nueva y aprender sobre culturas diferentes. También era una gran aficionada a la lectura y siempre tenía un libro en su mesita de noche. Pero lo que realmente hacía que su vida fuera completa eran sus relaciones personales. Tenía un esposo amoroso, hijos maravillosos y un grupo de amigos que eran su apoyo en los buenos y en los malos momentos. Para Lauren, la vida era una aventura emocionante que debía ser disfrutada al máximo todos los días.