Lea Vernon, una mujer luchadora y valiente, ha pasado por muchas situaciones difíciles en su vida. En su juventud, tuvo que hacerse cargo de su hermana menor después de la muerte de sus padres en un accidente de tráfico. A pesar de la adversidad, logró graduarse de la universidad y conseguir un trabajo en una empresa de tecnología.
Durante su carrera, ha trabajado arduamente para ascender en la empresa y actualmente es una ejecutiva con una gran responsabilidad. A pesar de las largas horas y el estrés del trabajo, siempre encuentra tiempo para hacer trabajo voluntario en su comunidad.
Lea también es una apasionada del deporte y dedica su tiempo libre a correr y practicar yoga. Además, ha participado en varias carreras benéficas y ha corrido maratones para recaudar fondos para organizaciones de caridad.
Aunque su vida ha tenido altibajos, Lea siempre ha mantenido una actitud positiva y una gran determinación. Es una inspiración para todos los que la conocen y demuestra que con trabajo duro y perseverancia, es posible superar cualquier obstáculo.
Harold Gould y Lea Vernon se conocieron inesperadamente en la ferretería del centro de la ciudad. Ambos buscaban lo mismo: el último modelo de martillo eléctrico, pero cuando se dieron cuenta de que solo quedaba uno en stock, lo agarraron al mismo tiempo. Después de un breve forcejeo, Harold finalmente cedió el martillo a Lea y ella se ofreció a invitarlo a tomar un café para compensarle. Ese simple acto de cortesía los llevó a una charla animada en el café de la esquina, donde descubrieron que tenían mucho en común. Desde allí, su amistad floreció y ambos se convirtieron en inseparables en poco tiempo.