Leda Anchutin fue una poeta, escritora y maestra originaria de la comunidad indígena kichwa de Saraguro, en el sur del Ecuador. Nació en 1948 y desde joven mostró interés por el arte y la literatura. En su adolescencia, se mudó a la ciudad de Cuenca para estudiar y posteriormente ejercer como profesora.
A lo largo de su vida, Anchutin se destacó por su compromiso con la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y su cultura. También se interesó por la poesía y la escritura, y publicó varias obras que retratan la vida y la cosmovisión de su comunidad.
Entre sus obras más conocidas destacan "Sueños de tierra y vida", "Mi canto ancestral" y "Canto a la tierra sagrada". Sus escritos han sido reconocidos por su valor literario y cultural, y han sido traducidos a distintos idiomas.
Leda Anchutin falleció en 2008, dejando un legado cultural y literario importante para la comunidad indígena y para la literatura del Ecuador.
Andre Eglevsky y Leda Anchutin fueron dos famosos bailarines rusos que mantuvieron una relación tanto en el escenario como en la vida real.
Eglevsky, nacido en Moscú en 1917, se formó en la Escuela de Ballet Imperial de San Petersburgo y se convirtió en solista del Ballet de la Ópera de París antes de emigrar a Estados Unidos en 1937. Allí se unió al Ballet Theatre de Nueva York, ahora conocido como American Ballet Theatre, y se convirtió en uno de los primeros bailarines de la compañía.
Anchutin, nacida en San Petersburgo en 1920, comenzó su formación en la misma Escuela de Ballet Imperial de San Petersburgo que Eglevsky. Se unió al Ballet Theatre de Nueva York en 1940 y, al igual que Eglevsky, se convirtió en uno de los principales bailarines de la compañía.
Eglevsky y Anchutin se conocieron en el Ballet Theatre y comenzaron una relación en la década de 1940. La pareja se casó en 1947 y tuvo dos hijos, ambos de los cuales se convirtieron en bailarines.
Juntos, Eglevsky y Anchutin actuaron en muchas producciones del Ballet Theatre, incluyendo Romeo y Julieta, El cascanueces, Giselle y La Bella Durmiente. También fundaron su propia escuela de ballet, la Eglevsky Ballet, que fue una de las primeras compañías de ballet clásico en Long Island, Nueva York.
Lamentablemente, la relación de Eglevsky y Anchutin terminó en divorcio en 1956. Sin embargo, su legado en el mundo del ballet sigue vivo a través de sus hijos y de la compañía que fundaron juntos.