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Leila Hadley Luce

Leila Hadley Luce

Leila Hadley Luce fue una escritora y aventurera estadounidense nacida en 1926 en Nueva York. Era hija de una familia adinerada y recibió educación en escuelas privadas, pero siempre se sintió atraída por las culturas y lugares exóticos del mundo.

En 1950, se casó con Louis Luce, un diplomático de la ONU, y juntos recorrieron el mundo, viviendo en lugares como Singapur, Sri Lanka, Nepal y Suiza. Tuvieron tres hijos, pero su matrimonio terminó en divorcio después de 13 años.

Leila continuó viajando sola y escribiendo sobre sus experiencias en libros como "Give Me the World" y "A Journey with Elsa Cloud". También trabajó como periodista y se dedicó a defender los derechos de las mujeres en todo el mundo.

Murió en 2009 a los 83 años en Bali, Indonesia. Su legado incluye sus libros, su activismo y su espíritu aventurero que inspiró a muchos a seguir sus pasos.

Relaciones amorosas

S.J. Perelman

S.J. Perelman

Novio de Leila Hadley Luce

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S.J. Perelman y Leila Hadley Luce tuvieron una larga y cercana amistad que duró muchos años. Perelman, un famoso escritor de humor, conoció a Leila en 1958, cuando ella era una joven escritora estadounidense que vivía en París. Los dos se hicieron amigos rápidamente y comenzaron a colaborar en proyectos creativos juntos.

En 1961, Perelman y Leila escribieron juntos un libro titulado "The Beauty Part", que era una colección de ensayos humorísticos sobre la vida en Nueva York. El libro fue un éxito y recibió una gran cantidad de elogios de la crítica.

A lo largo de los años, la amistad entre Perelman y Leila se mantuvo fuerte. A menudo se escribían cartas entre sí, donde compartían sus pensamientos y experiencias. Perelman también ayudó a Leila con su carrera como escritora, proporcionándole consejos y comentarios sobre su trabajo.

Desafortunadamente, la amistad se rompió en la década de 1970, cuando Leila publicó una novela titulada "Give Me the World". La novela fue una mirada crítica a la vida de la alta sociedad estadounidense, y se rumoreaba que algunos personajes estaban basados en personas reales, incluyendo a Perelman. Él se sintió muy herido y traicionado por la novela, y nunca volvió a hablar con Leila.

A pesar del final de su amistad, Perelman y Leila habían trabajado juntos en una colaboración creativa muy fructífera y habían disfrutado de muchos años de cercanía.