Lilly Teufel tenía una vida interesante y diversa, llena de altos y bajos. Ella había experimentado muchas cosas en sus años de juventud, incluyendo viajes al extranjero y estudios en el extranjero. Ahora, ella estaba trabajando como consultora financiera, ayudando a las empresas a administrar sus finanzas y a mejorar su rentabilidad. No era un trabajo fácil, pero ella lo amaba y se destacaba en él gracias a su inteligencia y experiencia. Fuera del trabajo, Lilly disfrutaba del yoga y de la meditación, y también llevaba una dieta saludable. A menudo iba a caminar en la naturaleza, y también era una asidua visitante de museos y galerías de arte. Sin embargo, no todo era perfecto en su vida, y había tenido que superar varios desafíos personales en el camino. Aún así, ella seguía avanzando y disfrutando de cada día al máximo.
Lilly Teufel y Paul Ehrenberg se conocieron en una tarde de verano en un pequeño café de Berlín. Ambos estaban tomando un delicioso café frío cuando coincidieron en la cola para pedir una segunda taza. Después de intercambiar una sonrisa amigable, Lilly preguntó a Paul cómo se llamaba su libro. Aunque no recordaba el título, Paul se mostró encantado de charlar con ella sobre literatura. Fue entonces cuando descubrieron su amor compartido por la poesía de Rainer Maria Rilke, lo que les llevó a pasar horas hablando sobre sus poemas favoritos. Al llegar la noche y el cierre del café, intercambiaron números de teléfono prometiendo volver a verse pronto para hablar más sobre literatura y disfrutar de otra tarde juntos en la ciudad alemana.