Linda Morris es una mujer australiana que ha dedicado gran parte de su vida a cuidar de otros. Nació en 1945 en Melbourne y se graduó como enfermera en 1965. Después de trabajar en hospitales y clínicas, se unió a la Cruz Roja en 1981 y comenzó a trabajar en misiones humanitarias en todo el mundo, incluyendo Camboya, Ruanda y Papua Nueva Guinea.
Además de su trabajo con la Cruz Roja, Morris también se ha comprometido en ayudar a su comunidad local. En 2001, fundó la Organización de Voluntarios del Valle Kangaroo para apoyar a los residentes que luchan contra la pobreza y el aislamiento en las zonas rurales de Victoria. También ha trabajado con la organización benéfica local "Take a Break" para proporcionar respiro a los cuidadores y cuidadoras que cuidan a personas con discapacidades, enfermedades terminales y otros problemas de salud.
A lo largo de su carrera, Morris ha sido reconocida por su trabajo humanitario y de voluntariado. En 2007, recibió la Orden de Australia en el Día de la Reina por su servicio a la comunidad y en 2013, recibió el Premio de la Gente del Año de Victoria por su trabajo con la Organización de Voluntarios del Valle Kangaroo.
David Hasselhoff y Linda Morris se conocieron por casualidad en un concierto de música en Los Ángeles. Al principio, ambos parecían atraídos el uno por el otro, pero ninguno se atrevía a dar el primer paso.
Unos días después, mientras David caminaba por la calle, se encontró con Linda, quien estaba teniendo problemas para cambiar una rueda de su coche. De inmediato, David se acercó para ayudarla y juntos lograron cambiar la rueda.
Desde ese momento, su relación se fortaleció y comenzaron a salir juntos. Paseaban por la playa, cenaban en restaurantes de lujo y disfrutaban de la compañía del otro.
Con el tiempo, David se dio cuenta de que estaba enamorado de Linda y no podía imaginarse la vida sin ella. Así que un día, en la cima de una montaña, le pidió que se casara con él y ella aceptó encantada.
Desde entonces, David y Linda han estado juntos, apoyándose mutuamente en cada paso del camino y demostrando que el amor verdadero puede surgir en los lugares más insospechados.