Lisa Carroll es una mujer apasionada por la fotografía. Desde que era niña, siempre disfrutó capturando momentos, lugares y personas con su cámara. A lo largo de su vida, ha tenido oportunidad de viajar a muchos países y ha aprovechado cada ocasión para capturar la belleza y diversidad que la rodea.
Su trabajo como fotógrafa es conocido por su originalidad y creatividad, y ha sido exhibido en diversas galerías y museos alrededor del mundo. Lisa se inspira en la naturaleza, la arquitectura y las personas de las diferentes culturas que ha tenido oportunidad de conocer.
Pero su pasión no se limita a la fotografía, también es una apasionada de la música y toca la guitarra desde hace muchos años. Además, es una persona comprometida con su comunidad y ha participado en proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas más necesitadas.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado en su vida, Lisa siempre ha mantenido una actitud positiva y llena de energía. Actualmente sigue explorando y disfrutando de las cosas que más ama, buscando siempre nuevas formas de expresarse y compartir su pasión con el mundo.
Darius-Kasparaitis y Lisa-Carroll se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de Nueva York. Darius estaba revisando su teléfono mientras Lisa ojeaba un diario en una mesa cercana. De repente, Lisa levantó la vista y observó a Darius, que según ella, parecía un poco perdido. Sin pensarlo dos veces, se acercó a él para preguntarle si necesitaba ayuda.
Después de unos minutos de conversación, descubrieron que ambos eran fanáticos del hockey. Darius le contó a Lisa que era un ex jugador profesional de la NHL, mientras que Lisa se jactó de haber ganado varios campeonatos universitarios. Inmediatamente surgió una chispa entre ellos y programaron una cita para ver un partido juntos.
Durante su cita, Darius y Lisa se divirtieron mucho discutiendo y analizando cada jugada del partido. Desde ese momento, se convirtieron en seguidores leales del hockey y de sus equipos. Darius incluso le enseñó algunos trucos al patinar sobre hielo a Lisa y ella también lo llevó a un partido de baloncesto universitario. Desde entonces, se han vuelto inseparables y siempre encuentran la manera de fusionar sus intereses y pasar un buen rato juntos.