Lisa Collins es una empresaria exitosa, propietaria de una tienda de moda femenina en el centro de la ciudad. Se dedica a la moda desde que era una adolescente, y siempre ha sido una amante de la elegancia y la sofisticación. Ha dedicado su vida a su negocio y hoy en día tiene una clientela leal y satisfecha.
Además de su trabajo, Lisa también es una apasionada de los deportes y la vida saludable. Practica yoga todas las mañanas y corre en el parque después de salir de la tienda. Le encanta la naturaleza y siempre que tiene la oportunidad, se escapa a la montaña para relajarse y desconectar.
Lisa es amante de la cultura y el arte, disfruta de visitar museos y galerías de arte en su tiempo libre. También es una gran melómana y disfruta de todo tipo de música. A pesar de su éxito, Lisa es una persona humilde y siempre está dispuesta a ayudar a los demás. Tiene una gran capacidad de empatía y una sabiduría innata en la vida.
Un día, mientras Billy Zane caminaba por la calle, vio a Lisa Collins sentada en un café. Él se acercó a ella y le preguntó si podía unirse a ella. Lisa se sorprendió al principio, pero decidió darle una oportunidad y aceptar su invitación.
Durante su conversación, Billy y Lisa descubrieron que tenían muchas cosas en común y se conectaron instantáneamente. Decidieron seguir hablando durante horas y eventualmente intercambiaron números de teléfono.
Desde ese día, Billy y Lisa se convirtieron en buenos amigos y se reúnen regularmente para tomar café y charlar sobre sus respectivas carreras en la actuación y la moda. Aunque su relación nunca se convirtió en algo más que una amistad, siguen siendo cercanos y ambos valoran la forma en que se conocieron en aquella tarde soleada en el café.