Lisa Ferraday era una mujer determinada y apasionada por su trabajo. Trabajaba como diseñadora de interiores y había trabajado con algunas de las mejores empresas y clientes de su ciudad. A menudo, se la veía caminando por las calles, observando y tomando fotografías de edificios y espacios públicos, siempre en busca de inspiración. Además de su trabajo, Lisa era una apasionada de la literatura y la música. Le encantaba leer novelas y escuchar música mientras dibujaba sus diseños. También disfrutaba de viajar, especialmente a destinos exóticos, donde podía explorar diferentes culturas y estilos de arquitectura. Pero lo que más le apasionaba de todo era su familia. Lisa tenía un esposo y dos hijos adolescentes, a quienes amaba profundamente. Siempre encontraba tiempo para pasar con ellos, ya sea viendo películas en casa o yendo de excursión juntos los fines de semana. En general, Lisa era una mujer equilibrada y feliz, que había logrado combinar su pasión por el diseño con su amor por la familia y los intereses personales. Mirarla, era evidente que había encontrado una manera de hacer que todo funcionara en armonía.