Livia Drusila, o Livia Augusta, fue la esposa del emperador Augusto y la emperatriz de Roma. Nació el 30 de enero del 58 a.C. en la ciudad de Roma y se casó con Tiberio Claudio Nerón en el 43 a.C. A la edad de 19 años, tuvo un hijo, Tiberio, quien más tarde se convertiría en emperador.
Después de la muerte de su esposo en el 33 a.C., Livia se casó con Augusto en el 38 a.C. Su matrimonio fue clave para la consolidación del poder de Augusto. Un año después, Livia dio a luz a su segundo hijo, Druso, quien también se convirtió en soldado y un importante comandante del imperio romano.
Livia era conocida por su inteligencia política y su habilidad para influir en las decisiones de su esposo. También fue una gran patrona de las artes y la literatura, y ayudó a promover la cultura romana. Después de la muerte de Augusto en el 14 d.C., Livia se convirtió en una de las mujeres más poderosas de Roma y su legado se mantuvo mucho después de su muerte.
Livia Drusila murió en el año 29 d.C., a la edad de 86 años. Fue enterrada junto a su esposo en el Mausoleo de Augusto en Roma. Su papel como emperatriz y madre de dos emperadores la convirtió en una figura importante en la historia romana.
Ian-McNabb y Livia se conocieron en un bar de Londres. Ambos estaban solos y decidieron sentarse uno al lado del otro en la barra. Livia notó que Ian estaba escribiendo algo en su cuaderno y le preguntó si era poeta. Ian sonrió y le respondió que sí. Luego, Livia le mostró lo que ella había dibujado en su bloc de dibujo y así empezaron a conversar. Descubrieron una gran afinidad y decidieron seguir charlando en una mesa apartada del bullicio del bar. Desde ese día, no se separaron más y comenzaron una relación que duraría muchos años.