Liz Whitney Tippett fue una heredera y filántropa estadounidense que nació el 8 de septiembre de 1923 en Nueva York, Estados Unidos. Fue hija del magnate del transporte empresarial Harry Payne Whitney, uno de los hombres más ricos de su época, y de Gertrude Vanderbilt Whitney, fundadora del Museo Whitney de Arte Americano en Nueva York.
Tippett asistió a la Escuela de Niñas Brearley y a la Universidad Smith antes de casarse a los 21 años con un oficial de la Armada, J. Frederic Tippett. La pareja tuvo tres hijos y se divorció en 1960.
Después del divorcio, Tippett se convirtió en una notable filántropa, apoyando causas que iban desde los derechos de las mujeres hasta la conservación y el arte. Contribuyó al Museo Whitney de Arte Americano, el Hospital Presbiteriano de Nueva York, el Hospital de Niños de Nueva York y muchas otras organizaciones benéficas.
Tippett también fue conocida por su amor por los animales y poseía una granja de caballos en Kentucky. Además, fue una gran aficionada a la jardinería y pasaba gran parte de su tiempo en su casa de campo en Virginia haciendo trabajos de jardinería.
Liz Whitney Tippett falleció el 1 de marzo de 2003 a la edad de 79 años. Su legado filantrópico y amor por los animales y la jardinería continúa inspirando a otros hoy en día.
Liz Whitney Tippett y John Hay Whitney eran hermanos, siendo John el mayor de los dos. Ambos eran miembros de la influyente familia Whitney, que fue una de las familias más adineradas de Estados Unidos en los siglos XIX y XX.
John Hay Whitney fue un exitoso empresario e inversor. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó con el gobierno de Estados Unidos y se convirtió en el presidente del Comité de Equipo de la Armada y la Fuerza Aérea. También fue dueño de varias empresas y organizaciones deportivas, incluyendo los New York Herald Tribune, el New York Post y los New York Yankees.
Por su parte, Liz Whitney Tippett se casó con el empresario Landon K. Thorne y se convirtió en una destacada filántropa y mecenas de las artes. Fue una gran defensora de la ópera, la danza y el teatro, y era conocida por su generosidad con las organizaciones culturales de Nueva York.
A pesar de que cada uno tenía su propia trayectoria profesional, John Hay Whitney y Liz Whitney Tippett mantenían una relación cercana y se apoyaban mutuamente en los negocios y en la filantropía. Ambos eran conocidos por su afición por las carreras de caballos, y compartían una pasión por el arte y la cultura.