Lizzy Borden fue una mujer estadounidense que nació en 1860 en Massachusetts. Es conocida por el asesinato de su padre y su madrastra en 1892, uno de los casos más famosos de la historia criminal de Estados Unidos. Lizzy y su hermana mayor, Emma, vivían con su padre Andrew Borden, su madrastra Abby y su criada en una casa en Fall River. El 4 de agosto de 1892, Andrew y Abby fueron encontrados muertos en su casa, ambos habían sido brutalmente asesinados con un hacha. Lizzy se convirtió en la principal sospechosa del asesinato. A pesar de que había pruebas en su contra y su comportamiento después del asesinato era extraño, Lizzy fue absuelta en el juicio que se llevó a cabo en 1893. Sin embargo, la gente de Fall River la consideró culpable y su reputación quedó manchada para siempre. Lizzy se mudó a una casa más grande y vivió de manera acomodada hasta su muerte en 1927. Aunque nunca se llegó a probar su culpabilidad en el asesinato, su nombre quedó asociado para siempre con uno de los crímenes más infames de la historia de Estados Unidos.