Loring Jacobs es un programador e ingeniero informático estadounidense, conocido por su trabajo en el desarrollo del sistema operativo UNIX y por haber sido uno de los fundadores de la compañía Silicon Graphics Inc. Nació en Estados Unidos en 1947, y estudió matemáticas y física en la Universidad de California, Berkeley. En la década de 1970, trabajó en los laboratorios Bell de AT&T, donde junto a Ken Thompson y Dennis Ritchie, desarrolló el sistema operativo UNIX, que se convertiría en uno de los sistemas operativos más utilizados en el mundo.
En 1981, Jacobs abandonó los laboratorios Bell y se unió a Silicon Graphics Inc., donde se convirtió en uno de los principales diseñadores de la computadora personal de alta gama, que permitía crear imágenes y animaciones 3D de manera más eficiente y realista que cualquier otra máquina de la época. En 1986, Silicon Graphics Inc. se convirtió en una de las empresas más valoradas del mundo y Loring Jacobs se convirtió en uno de los hombres más ricos de Estados Unidos.
Jacobs dejó Silicon Graphics Inc. en 1991 y fundó su propia empresa, Cherokee International, que se dedicaba a la fabricación de fuentes de alimentación para equipos electrónicos. La compañía fue un éxito instantáneo y se convirtió en uno de los principales proveedores de fuentes de alimentación para empresas de tecnología y electrónica en todo el mundo.
En la actualidad, Loring Jacobs ha retirado su inversión en Cherokee International y se ha dedicado a la filantropía y al trabajo en organizaciones benéficas. Es fundador y director de la Jacobs Family Foundation, una organización sin fines de lucro que trabaja en proyectos educativos y de desarrollo comunitario. También ha realizado importantes donaciones a la Universidad de California, San Diego, donde se ha establecido una beca de postgrado en su nombre.
En un soleado día de verano, Loring caminaba por las calles de Nueva York cuando de repente se chocó con alguien. Era Alicia, quien también caminaba distraídamente. Ambos se disculparon y siguieron su camino. Sin embargo, algo los hizo detenerse y darse la vuelta para mirarse. Fue entonces cuando sintieron una fuerte conexión.
A partir de ese momento, comenzaron a encontrarse casualmente en diferentes lugares de la ciudad. En una cafetería, en el parque, en un concierto. Siempre intercambiaban unas palabras y sonrisas cómplices, aunque nunca llegaban a presentarse formalmente.
Un día, Loring decidió tomar la iniciativa y escribió un poema sobre Alicia y lo dejó en un libro que él sabía que ella estaba leyendo en una biblioteca pública. Alicia encontró el poema y sintió que era algo más que casualidad. Así que dejó un mensaje en el mismo libro para que Loring pudiera encontrarlo.
Finalmente, después de varios encuentros y mensajes, Loring y Alicia se encontraron en una fiesta de amigos en común, donde finalmente se presentaron formalmente y comenzaron a hablar. Fue entonces cuando supieron que habían sido hechos el uno para el otro y comenzaron una historia de amor que duraría toda su vida.