Lotte Goslar fue una actriz y bailarina alemana nacida en 1927 en Berlín. Comenzó su carrera en el mundo del espectáculo como bailarina de ballet clásico en la Ópera de Berlín a los 17 años. Tras la Segunda Guerra Mundial, Goslar quedó atrapada en Berlín Oriental y tuvo que trabajar para la compañía de ballet estatal en la parte comunista de la ciudad.
En 1956, Goslar decidió huir de la República Democrática Alemana y escapó a Berlín Occidental, donde comenzó a trabajar como actriz y bailarina en el Renaissance Theater. En los años 60, se mudó a Los Ángeles, donde trabajó en producciones teatrales y televisivas.
En 1972, Goslar se mudó a Nueva York y se unió al famoso grupo de mimo Marcel Marceau, donde se convirtió en su colaboradora habitual y la pareja artística de Marceau. Juntos, Goslar y Marceau presentaron espectáculos en todo el mundo y mantuvieron una estrecha amistad durante más de 30 años.
Tras la muerte de Marceau en 2007, Goslar continuó actuando y enseñando mimo y teatro en todo el mundo. Falleció en noviembre de 2021, a los 94 años, en su casa de Nueva York.
Erika Mann y Lotte Goslar fueron amigas íntimas durante más de 50 años. Se conocieron en 1919 en Múnich, Alemania, cuando ambas tenían 16 años de edad. Erika era la hija de Thomas Mann, el famoso escritor alemán, mientras que Lotte era la hija de un arquitecto judío.
A pesar de que sus antecedentes eran muy diferentes, Erika y Lotte se unieron en su amor por el teatro. Durante los años 20 y 30, trabajaron juntas en una compañía de teatro ambulante en Alemania y Austria. También colaboraron en varios proyectos literarios y teatrales, incluyendo la obra de Erika "Rund um Europa".
Cuando los nazis llegaron al poder en Alemania en 1933, la vida se volvió cada vez más difícil para Lotte, que era judía. Erika, que era abiertamente lesbiana, también se enfrentó a la persecución por parte del régimen nazi. Las dos mujeres se mantuvieron en contacto y, cuando Erika finalmente emigró a los Estados Unidos en 1936, mantuvieron una correspondencia regular.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Erika y Lotte se reencontraron en Alemania en 1949. Lotte había sobrevivido a los campos de concentración nazis y había sido liberada por las tropas estadounidenses. La pareja renovó su amistad y continuó viéndose regularmente hasta que Lotte murió en 1983.
Erika Mann recordó a Lotte en sus memorias, diciendo: "Lotte era mi amiga cercana, la confidente de mi juventud, el complemento de mi personalidad". La relación entre Erika y Lotte es un testimonio de la durabilidad de las amistades verdaderas, incluso en tiempos difíciles.