Como modelo e influencia de la moda durante la década de 1940, Lucille Carlisle fue conocida por su belleza y estilo. Nacida en Alabama en 1914, se trasladó a Nueva York en 1935 para perseguir su carrera como modelo. En 1939, fue elegida como la "belleza americana" en un concurso de belleza organizado por la revista Life. Durante los siguientes años, apareció en numerosas revistas de moda y fue contratada por importantes diseñadores de la época, como Christian Dior y Elsa Schiaparelli. Durante la Segunda Guerra Mundial, Carlisle trabajó como modelo para las Fuerzas Armadas, lo que la llevó a viajar por todo el mundo, incluyendo África, Europa y Asia. Después de la guerra, continuó su carrera como modelo y se convirtió en una activista de la moda, trabajando en estrecha colaboración con organizaciones benéficas y grupos de moda. Carlisle murió en 1993, pero su legado como modelo y defensora de la moda ha perdurado. Su belleza y elegancia inspiraron a muchas mujeres de la época, y su activismo en la moda ayudó a promover la industria y su impacto en la sociedad.