Ludwig I de Baviera nació en 1786 en el Palacio de Strasbourg en Francia. Se convirtió en rey de Baviera en 1825 después de la muerte de su padre, Maximiliano I. Ludwig I es conocido por ser un gran mecenas de las artes y de la arquitectura, siendo el impulsor de la construcción del Palacio de Nymphenburg y el de Linderhof, entre otros. También fue responsable de la creación de la plaza Maximiliano en Múnich, un gran proyecto urbanístico que incluía la construcción de varios edificios públicos importantes. Sin embargo, Ludwig I también fue criticado por sus gastos extravagantes, lo que llevó a su abdicación en 1848 tras una revuelta popular. Viviría durante 30 años más en reclusión, aislado de los asuntos públicos, hasta su muerte en 1868 en el Castillo de Hohenschwangau.