Lydia Bunbury fue una mujer británica nacida en el siglo XVIII en Ipswich, Inglaterra. Fue la segunda de siete hijos de un coronel del ejército y de su esposa. Se sabe poco sobre su vida antes de su matrimonio con William Bunbury, un rico heredero que se había hecho famoso por sus retratos de caballos y animales. Después de casarse, Lydia se convirtió en una destacada figura de la alta sociedad de Londres, y junto con su esposo, participó activamente en la vida cultural de la ciudad. Lydia era muy conocida por su belleza, su talento para el canto y su habilidad en la conversación. También era una ávida lectora y tenía un gran interés por la política y la filosofía. A lo largo de su vida, Lydia apoyó las artes y la educación y donó generosamente a varias organizaciones benéficas. Murió en 1826, a la edad de 72 años, y fue enterrada en la iglesia de St. Mary en Bury St. Edmunds, Suffolk, junto a su esposo. Su legado incluye un gran número de cartas y diarios personales que proporcionan una visión valiosa de la vida y la cultura de la alta sociedad británica del siglo XVIII.