María Merino es una mujer apasionada por la lectura y la escritura, y ha dedicado gran parte de su vida a estas actividades. Siempre ha sido muy reservada y discreta, le gusta pasar tiempo a solas en su rincón favorito con su gato y una taza de té caliente. Además de su amor por la literatura, también es una gran amante de la naturaleza y le gusta hacer largas caminatas en el campo para desconectar del mundo.
A pesar de su carácter introvertido, María se ha esforzado por tener un trabajo en el que pueda ayudar a los demás, y actualmente trabaja en una ONG que se dedica a la protección de la fauna y la flora en peligro de extinción. Es una labor que le apasiona y en la que siente que puede hacer algo por el planeta.
En su tiempo libre, María también se dedica a escribir cuentos infantiles y libros de poesía, algo que la llena de satisfacción y le permite mostrar al mundo su capacidad creativa. Siempre ha sido una persona muy perseverante y luchadora, y ha sabido superar las adversidades que se le han presentado en la vida con fortaleza y valentía.
M-Merino y Anatoli Romashin son dos artistas contemporáneos que han colaborado en varias obras de arte. M-Merino es una artista visual española que trabaja con materiales como la lana, el fieltro y el cuero para crear esculturas e instalaciones. Por su parte, Anatoli Romashin es un artista ucraniano que trabaja con la fotografía, la pintura y el arte digital.
La colaboración entre M-Merino y Anatoli Romashin ha dado lugar a obras de arte muy interesantes que combinan la escultura y la fotografía. En una de sus colaboraciones, M-Merino creó una escultura de un cordero de lana de gran tamaño, que luego fue fotografiada por Romashin en diferentes ubicaciones y situaciones. El resultado es una serie de imágenes que combinan la escultura con la fotografía en un juego de perspectivas y asociaciones sorprendentes.
Otra de sus colaboraciones más destacadas es la obra "Carnaval", una instalación que consiste en una serie de máscaras de lana de diferentes tamaños y formas. La obra se expuso en una galería en Madrid y fue muy aclamada por el público y la crítica.
La relación entre M-Merino y Anatoli Romashin es una muestra de cómo la colaboración entre artistas puede dar lugar a obras de arte únicas e innovadoras que rompen las barreras entre distintas disciplinas y expresiones artísticas.