Mae Clarke

Mae Clarke fue una actriz estadounidense nacida en 1910 en Filadelfia, Pennsylvania. Comenzó su carrera en el teatro, pero eventualmente se trasladó a Hollywood, donde se convirtió en una actriz popular en la década de 1930.

Algunas de sus películas más destacadas incluyen "El monstruo de Frankenstein" (1931), "Un enemigo del pueblo" (1937) y "El gran McGinty" (1940).

A lo largo de su carrera, Clarke trabajó con muchos de los grandes nombres de la industria del cine, incluidos James Cagney, Humphrey Bogart y Gary Cooper.

A pesar de su éxito en la pantalla, Clarke luchó con problemas de salud y financieros. Se retiró de la actuación en la década de 1950 y pasó el resto de su vida en el anonimato. Mae Clarke falleció en 1992 a los 81 años en Woodland Hills, California.

Relaciones amorosas

Herbert Langdon

Esposo de Mae Clarke

1945

Herbert Langdon y Mae Clarke fueron una pareja de actores estadounidenses que trabajaron juntos en varias producciones cinematográficas en la década de 1920.

En su primera colaboración, "Love's Blindness" (1926), Clarke interpretó a la protagonista femenina e Langdon tuvo un papel secundario. Sin embargo, fue en su siguiente película, "Tramp, Tramp, Tramp" (1926), donde ambos compartieron la pantalla de manera destacada. La química entre ellos fue evidente y su actuación conjunta fue muy aclamada.

Después de "Tramp, Tramp, Tramp", Langdon y Clarke trabajaron en "The Campus Flirt" (1926) y "The Gilded Butterfly" (1926). En esta última, Langdon interpretaba a un millonario que caía en las redes de una estafadora interpretada por Clarke.

A pesar de su éxito en la pantalla, la relación entre Langdon y Clarke nunca trascendió más allá de lo profesional. Langdon se casó con su esposa de toda la vida, Pauline Bush, en 1913, y Clarke también se casó y se divorció varias veces a lo largo de su vida.

La colaboración cinematográfica entre Herbert Langdon y Mae Clarke fue breve pero exitosa y dejó una huella en los filmes mudos de la época dorada de Hollywood.

Stevens Bancroft

Esposo de Mae Clarke

1936 - 1946

Mae Clarke y Stevens Bancroft tuvieron una relación romántica durante varios años a partir de la década de 1930. Clarke era una actriz estadounidense conocida por su papel en la película de 1931 "Frankenstein", mientras que Bancroft era un actor de carácter que apareció en varias películas durante la década de 1930. La pareja se conoció en el set de la película "Big Business Girl" en 1931 y comenzaron a salir poco después.

Según los informes de la época, Clarke y Bancroft eran muy cercanos y se les veía juntos con frecuencia. Aunque nunca se casaron, se rumoreaba que estaban comprometidos y que Clarke había planeado dejar la actuación para convertirse en ama de casa. Sin embargo, la relación finalmente terminó, supuestamente porque Bancroft estaba celoso del éxito de Clarke en Hollywood.

Clarke pasó a tener una carrera exitosa como actriz de cine y televisión durante varias décadas, mientras que Bancroft continuó actuando en películas de carácter hasta su muerte en 1950. A pesar del fin de su relación, Clarke siempre habló con cariño de Bancroft y se dijo que siempre lo recordaba con afecto.

Lew Brice

Esposo de Mae Clarke

1927 - 1937

Mae Clarke y Lew Brice fueron dos actores estadounidenses que trabajaron juntos en la película "Fast Life" en 1929. No se sabe mucho sobre su relación personal fuera del set, pero en la película interpretaron a un matrimonio que se separa y se reconcilia después de enfrentar varios desafíos. Clarke interpretó a la esposa, mientras que Brice interpretó al esposo.

En general, la relación entre Mae Clarke y Lew Brice fue profesional y se limitó a sus trabajos en el cine. Clarke tuvo una carrera actoral exitosa en la década de 1930, apareciendo en películas como "Frankenstein" (1931) y "The Public Enemy" (1931), mientras que Brice trabajó principalmente en teatro y televisión.

En resumen, Mae Clarke y Lew Brice tuvieron una breve colaboración en una película, pero no se sabe mucho sobre su relación personal fuera de la pantalla.

George Raft

Amante de Mae Clarke

George Raft y Mae Clarke tuvieron una relación profesional en Hollywood durante la década de 1930. Ambos actores fueron muy populares en esa época, y trabajaron juntos en varias películas, incluyendo "El enemigo público número uno" y "La rosa tatuada".

Se rumoreó durante algún tiempo que George Raft y Mae Clarke mantenían una relación sentimental fuera de la pantalla, pero esto nunca fue confirmado por ninguno de los dos actores. Sin embargo, la química que mostraron en sus actuaciones hizo que sus fans especularan sobre la posibilidad de que hubiera algo más entre ellos.

Después de trabajar juntos en varias películas, George Raft y Mae Clarke siguieron caminos separados en Hollywood. Raft continuó su carrera con éxito, y protagonizó películas como "Scarface" y "High Sierra", mientras que Clarke tuvo algunos papeles secundarios en películas de serie B.

A pesar de que su relación nunca fue confirmada, George Raft y Mae Clarke son recordados como una pareja de la pantalla muy convincente y con una gran química en las películas en las que trabajaron juntos.

Humphrey Bogart

Novio de Mae Clarke

Humphrey Bogart y Mae Clarke eran amigos y compañeros de trabajo en Hollywood durante los años 30 y 40. Trabajaron juntos en varias películas, incluyendo "El enemigo público" y "Kid Galahad".

Aunque nunca hubo una relación romántica entre ellos, Bogart y Clarke mantuvieron una amistad cercana y se respetaban mutuamente como actores. De hecho, Bogart ayudó a Clarke a conseguir su papel en "El enemigo público", lo que ayudó a impulsar su carrera.

Después de la década de 1940, Bogart y Clarke perdieron contacto y siguieron caminos separados en la industria del cine. Bogart se convirtió en uno de los actores más reconocidos de la época y Clarke se retiró del mundo del espectáculo en la década de 1950.

A pesar de que nunca hubo una relación romántica entre ellos, se rumoreó que Bogart tenía sentimientos por Clarke durante su tiempo juntos en Hollywood. Sin embargo, esto nunca fue confirmado y su amistad siguió siendo platónica hasta el final.