Manolo Caracol nació el 9 de julio de 1909 en el popular barrio gitano de Triana, en Sevilla, España. Comenzó a cantar a los 12 años y a los 18 ya formaba parte de los espectáculos de flamenco más importantes de la ciudad.
En la década de 1930, se mudó a Madrid, donde se convirtió en uno de los cantantes de flamenco más populares de la época. También hizo algunas incursiones en el cine y la música pop.
Durante la Guerra Civil española, apoyó al bando republicano y participó en numerosos conciertos benéficos para ayudar a las víctimas de la guerra.
Después de la guerra, Caracol continuó su carrera en el mundo del flamenco, actuando en numerosos tablados y teatros de todo el mundo. También colaboró con otros artistas, como el guitarrista de flamenco Paco de Lucía.
En 1973, Manolo Caracol murió de un ataque al corazón en Madrid, a los 64 años. Su legado musical sigue siendo una influencia importante en el mundo del flamenco.
Lola Flores y Manolo Caracol fueron dos reconocidos artistas flamencos de España que mantuvieron una relación de amistad y de colaboración artística durante muchos años.
Se conocieron en la década de 1940, cuando ambos comenzaban sus respectivas carreras en el mundo del flamenco. Lola Flores ya era una prometedora bailaora y cantaora, mientras que Manolo Caracol era un cantaor con una gran voz y un estilo único.
En 1946, Lola Flores y Manolo Caracol trabajaron juntos en la película "Embrujo". En la película, interpretaron una de las canciones más famosas de la historia del flamenco, "La niña de fuego". Esta canción se convirtió en un clásico instantáneo y en un emblema de la cultura flamenco.
A partir de ese momento, Lola Flores y Manolo Caracol comenzaron a colaborar en muchos otros proyectos conjuntos, como giras de cante y baile por España y otros países europeos, además de continuar trabajando juntos en el cine y en la televisión.
Al mismo tiempo, Lola y Manolo mantuvieron una estrecha amistad que duró muchos años. Ambos se admiraban mutuamente y se apoyaban en momentos difíciles. Se dice que Lola Flores incluso intentó persuadir a Manolo Caracol para que abandonara el mundo del cante a causa de su alcoholismo, aunque sin éxito.
En resumen, la relación entre Lola Flores y Manolo Caracol fue una de las más emblemáticas y fructíferas de la historia del flamenco en España. Ambos artistas dejaron un legado inolvidable en la música y la cultura de este país.