Manuel Benítez Pérez, más conocido como "El Cordobés", nació en 1936 en Palma del Río, Córdoba (España). Su familia era campesina y tuvo una infancia difícil trabajando en el campo para sobrevivir.
A los 14 años comenzó a torear en corridas de aficionados y en 1958 debutó como novillero en la plaza de toros de Córdoba. En 1963, con 27 años, saltó a la fama en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid.
El estilo de toreo de El Cordobés era diferente a lo que se había visto hasta entonces: utilizaba técnicas novedosas, como el "salto de la rana", y su personalidad carismática lo hacía muy popular entre el público.
En los años 60 y 70, El Cordobés se convirtió en el torero más famoso del mundo, actuando en plazas internacionales como México, Venezuela, Colombia, Francia e Italia.
A lo largo de su carrera, El Cordobés sufrió varias lesiones graves, como una cornada en el corazón en 1966 y una rotura de tibia en 1978. En 1982 se retiró de los ruedos, pero volvió a torear en 1986 en una corrida benéfica.
Además de su carrera como torero, El Cordobés también incursionó en la televisión, el cine y la música, lanzando varios discos de flamenco y coplas.
En la actualidad, El Cordobés vive retirado en su finca en la provincia de Córdoba, rodeado de su familia y sus animales. A pesar de los años transcurridos, su legado como torero sigue vigente y es recordado como uno de los más grandes de la historia.
Annette André y Manuel Benítez, más conocido como "El Cordobés", tuvieron una relación amorosa en la década de 1960. André era una actriz y cantante francesa, mientras que Benítez era un famoso torero español.
La pareja se conoció en 1965 en una fiesta en Londres y pronto comenzaron a salir juntos. Su relación se hizo bastante popular en la prensa de la época y se convirtieron en una de las parejas más famosas y glamurosas del momento.
A pesar de las diferencias culturales y personales que tenían, Annette y Manuel mantuvieron su relación durante unos años. Se dice que incluso llegaron a pensar en casarse, pero finalmente decidieron seguir caminos separados.
Después de su ruptura, ambos siguieron adelante con sus respectivas carreras. Annette continuó trabajando en la televisión y en el cine, mientras que Manuel siguió triunfando como torero y se convirtió en una leyenda en su país.
Aunque su romance fue breve, la relación entre Annette André y Manuel Benítez sigue siendo recordada como una de las grandes historias de amor de la década de 1960.