Marcelo Maltez trabaja desde hace muchos años en la misma compañía, donde ha demostrado ser un empleado muy eficiente y apreciado por sus colegas. Se dedica a la gestión de proyectos y ha sido el encargado de la ejecución de numerosas obras importantes, siempre cumpliendo con los plazos establecidos y los requisitos de calidad exigidos.
A parte de su trabajo, Marcelo ama la vida en familia. Está casado y tiene tres hijos a los que adora. Le gusta compartir su tiempo libre con ellos, sea haciendo actividades deportivas, saliendo a pasear o simplemente disfrutando de una cena en casa.
También es un apasionado de la música. Desde joven estudió guitarra y ha continuado practicando por diversión durante todos estos años. Suele formar parte de grupos amateur con los que comparte su pasión por tocar la guitarra.
Marcelo disfruta de las cosas sencillas de la vida, como una buena conversación con amigos y familiares, un paseo por la playa o un libro interesante. Siempre está dispuesto a descubrir cosas nuevas y aprender de las experiencias que la vida le brinda.
Joana Balaguer y Marcelo Maltez se conocieron en una feria de arte en Sao Paulo. Joana estaba admirando una pintura cuando Marcelo se acercó a ella para preguntarle su opinión. Ambos comenzaron a charlar y rápidamente se dieron cuenta de que tenían muchísimas cosas en común, incluyendo su amor por el arte y la música. La química fue instantánea, y no pasó mucho tiempo antes de que empezaran a salir juntos. Desde entonces, han estado disfrutando de una relación feliz y emocionante, explorando juntos todo lo que la vida tiene para ofrecer.
Un día de verano, Luana Piovani estaba tomando un café en una terraza cerca de la playa, disfrutando del hermoso paisaje y la brisa del mar. De repente, algo llamó su atención: un hombre que se acercaba corriendo por la playa, sin camisa y con una sonrisa en su rostro. Era Marcelo Maltez, un atractivo surfista que estaba tomando un descanso después de una sesión en las olas. Al ver a Luana, se detuvo frente a ella, presentándose y preguntando si podía compartir su mesa. Después de una charla animada y divertida, la química entre ellos era evidente y decidieron continuar su día juntos. Así comenzó una bonita historia de amor entre Luana Piovani y Marcelo Maltez, una pareja que se unió gracias al destino y la pasión por el mar.