Marco Vicario nació el 2 de febrero de 1936 en un pequeño pueblo llamado Enna, en la región de Sicilia, Italia. Fue el tercer hijo de una familia campesina y desde joven se dedicó a trabajar en el campo. Sin embargo, a los 18 años decidió emigrar a Francia en busca de nuevas oportunidades.
En París, Vicario comenzó a trabajar como obrero en una fábrica y rápidamente se unió a los grupos sindicales y comunistas de la ciudad. Además, participó activamente en las luchas sociales de la época y se convirtió en un defensor de los derechos de los trabajadores y los inmigrantes.
En 1967, Vicario regresó a Italia y comenzó a trabajar en la construcción. Allí conoció a su futura esposa, Maria Grazia Cutuli, con quien se casó en 1971 y tuvo dos hijos. La pareja se mudó a Milán donde Vicario continuó trabajando en la construcción y se involucró en la lucha contra el racismo y la discriminación.
En la década de 1980, Vicario se unió al Partido Comunista Italiano y se convirtió en uno de sus líderes en la región de Lombardía. Participó activamente en las campañas políticas y en la organización de manifestaciones en apoyo de los derechos de los trabajadores y los inmigrantes.
El 19 de mayo de 2006, Vicario fue asesinado por un grupo de militantes islamistas en Afganistán mientras trabajaba como traductor para la periodista Maria Grazia Cutuli. El asesinato conmocionó a Italia y a la comunidad internacional y generó un amplio debate sobre la presencia de Italia en Afganistán y el papel del periodismo en las zonas de conflicto.
Rossana-Podesta y Marco-Vicario se conocieron en una tarde de verano en la plaza central de Florencia. Ella acababa de pintar un hermoso retrato de la catedral mientras él paseaba por la plaza admirando las diferentes obras de arte. Marco se acercó a Rossana para felicitarla por su obra y se quedó fascinado con la amabilidad y la belleza de la joven artista. Comenzaron a conversar y descubrieron que compartían muchos intereses, como la música y la literatura. Decidieron seguir hablando y tomando un café en una pequeña cafetería cercana. Desde ese día, se convirtieron en amigos inseparables y comenzaron a colaborar juntos en muchos proyectos artísticos. Su amistad floreció y eventualmente se convirtió en una gran historia de amor que duró para siempre. Su amor fue como una obra de arte, atemporal y duradera, que inspiró a muchos otros artistas a seguir su pasión y crear belleza en el mundo.