Margaret Behrens era una mujer apasionada por su trabajo en la industria textil. Había heredado el negocio familiar y se encargaba de la dirección de la empresa con gran empeño y dedicación. Su objetivo principal era crear prendas de alta calidad que satisficieran las demandas del mercado, sin dejar de lado la ética y la responsabilidad social.
Además de su trabajo, Margaret tenía una vida activa. Era una gran aficionada al deporte y todos los fines de semana se reunía con amigos para practicar senderismo o ciclismo. Esto le permitía despejarse y tener un equilibrio en su vida.
En cuanto a su vida personal, Margaret era madre de dos hijos y estaba casada con un hombre al que adoraba. En su tiempo libre disfrutaba de salir a cenar con su esposo o hacer actividades en familia, como ir al cine o al teatro.
A pesar de las presiones del mundo empresarial, Margaret se mantenía fiel a sus valores y siempre tomaba decisiones que consideraba justas. Su ética y pasión por su trabajo la habían llevado a ser una de las empresarias más exitosas de su país.
No se tiene información convincente sobre una relación entre Margaret Behrens y Thelma Wood. Ambas fueron artistas contemporáneas en la escena del arte moderno en Nueva York y se conocieron en el círculo de artistas y amigos de la década de 1920. Se sabe que Behrens estuvo vinculada sentimentalmente al artista George Ault y que, posteriormente, se casó con el artista Frederick McDuff. Por su parte, Wood mantuvo una larga relación amorosa y artística con la artista cubana Marius de Zayas, y más tarde se casó con el escritor Erskine Caldwell. Aunque no hay evidencia concreta de una relación romántica o de amistad cercana entre Behrens y Wood, sí se sabe que ambas compartieron influencias y temas similares en su obra artística, como la exploración de la sexualidad femenina y la abstracción geométrica.