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Margherita DAmico

Margherita DAmico

Margherita D'Amico nació en Palermo en 1938 y se graduó en Letras Modernas en Florencia en 1966. Comenzó su carrera como periodista en el diario "L'Ora" y más tarde en "Il Manifesto". También trabajó en la RAI como asistente y guionista de documentales.

En 1970, D'Amico publicó su primera novela, "Il treno è sempre in tempo" y posteriormente escribió varias obras de teatro, incluyendo "L'imperatore di Cina", que se estrenó en el Teatro Stabile di Torino en 1974.

También colaboró con los directores de cine más importantes de Italia, como Roberto Rossellini, Federico Fellini, Bernardo Bertolucci y Marco Ferreri, escribiendo guiones para películas como "Amarcord", "La luna" y "La grande bouffe".

En 1988, D'Amico recibió el Premio Strega por su novela "Pensieri sconnessi" y en 1996 fue galardonada con el Premio Campiello por "L'isola dell'angelo custode".

Falleció en 2012 a la edad de 74 años en el Hospital Policlínico de Palermo debido a una enfermedad.

Relaciones amorosas

Luca Zingaretti

Luca Zingaretti

Esposo de Margherita DAmico

1996 - 2004

Luca Zingaretti y Margherita Damico son pareja desde hace más de 20 años. Ambos son actores y escritores italianos, y han trabajado juntos en varias ocasiones en la televisión y en el cine.

Su relación comenzó en el año 1999, cuando se conocieron en un set de grabación en el que trabajaban juntos. Desde entonces, han mantenido una relación estable y han formado una familia junto a sus dos hijos, Nicolo y Emma.

Luca Zingaretti es conocido por su papel de comisario en la serie de televisión italiana "Il Commissario Montalbano", mientras que Margherita Damico ha trabajado como actriz en películas como "La Besa", "La vita facile" y "Fantasmi".

La pareja siempre ha mantenido un perfil bajo en cuanto a su relación, evitando hablar demasiado sobre su vida privada en público. Sin embargo, en varias ocasiones han hablado sobre lo importante que es para ellos tener una relación respetuosa y equilibrada, en la que cada uno pueda desarrollarse personal y profesionalmente sin sentirse limitado por el otro.