Maria Dolgorukaya fue una noble rusa del siglo XIX que se convirtió en la amante del emperador Alejandro II. Nació en una familia noble de Moscú en 1845 y se casó con el príncipe Serguéi Urusov a los 16 años. Sin embargo, su matrimonio no fue feliz y en 1866 ella comenzó una relación con el emperador Alejandro II. La relación duró varios años y se mantuvo en secreto hasta que se filtró a la prensa en 1871. A pesar de las críticas y la oposición de la familia real, la relación continuó e incluso Alejandro II construyó un palacio en las afueras de San Petersburgo para ella. Sin embargo, en 1880 Alejandro II fue asesinado y Maria quedó destrozada. Pasó el resto de su vida retirada de la vida pública y dedicada a obras benéficas. Falleció en 1926 a los 80 años de edad. Su relación con Alejandro II sigue siendo objeto de controversia y especulación.