Maria Dolores Diéguez nació en el 29 de octubre de 1925 en Ciudad Real, España. Durante su juventud, estudió para ser maestra y trabajó en varias escuelas en España antes de trasladarse a América Latina para enseñar. En América Latina, enseñó en países como Ecuador, Perú y Bolivia. En 1953, Diéguez llegó a Guatemala donde trabajó como maestra en una escuela en la ciudad de Guatemala. Fue aquí donde se involucró en el movimiento sindical y comenzó a trabajar en organizaciones de derechos laborales. Más tarde, se encontró con el líder sindical, Amancio Samuel Villatoro, quien la inspiró a convertirse en activista. En 1954, un golpe de Estado liderado por la CIA derrocó al presidente democrático de Guatemala, Jacobo Árbenz. La violenta represión y persecución del gobierno de la dictadura militar llevó a Diéguez a huir a México en 1955. Allí se unió al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y trabajó con otros exiliados guatemaltecos para luchar contra el gobierno militar. En 1959, Diéguez viajó a Cuba donde se encontró con Fidel Castro y se unió a la lucha revolucionaria del Movimiento 26 de Julio. Trabajó como enfermera durante la invasión de Bahía de Cochinos y más tarde ayudó a fundar la organización de mujeres, la Federación de Mujeres Cubanas. Después de la Revolución cubana, Diéguez regresó a Guatemala en 1961 y se unió a la lucha contra el gobierno militar. Fue arrestada varias veces y finalmente fue desterrada a México en 1970, donde continuó trabajando con organizaciones revolucionarias. En 1996, después de más de 30 años en el exilio, Diéguez regresó a Guatemala para trabajar por la democracia y los derechos humanos. Fue galardonada con numerosos premios por su trabajo en la defensa de los derechos humanos y la lucha por la justicia social. Murió en la Ciudad de Guatemala en enero de 2011, a los 85 años.