María Rita de Sousa Brito Lopes Pontes fue una monja católica brasileña que dedicó su vida al servicio de los pobres y los necesitados. Nacida en Salvador, Bahía, Brasil en 1914, María Rita se unió a la orden de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción en 1933 y comenzó su trabajo en las favelas de Salvador. Trabajó incansablemente para ayudar a los pobres, enfermos y marginados de la sociedad, a pesar de enfrentar la oposición de las autoridades y de la Iglesia. María Rita fundó diversos proyectos para ayudar a las personas necesitadas, tales como escuelas, hospitales y orfanatos. También trabajó para mejorar las condiciones de vida de las personas, luchando contra el racismo y la discriminación. Fue una firme defensora de los derechos de las mujeres y apoyó a las madres solteras, brindándoles asistencia y capacitación laboral. María Rita también fue una crítica de la injusticia política y los regímenes represivos en Brasil. Por su trabajo a favor de los pobres y necesitados, María Rita recibió numerosos premios y reconocimientos, incluido el Premio Nobel Alternativo en 1988. Falleció en 1992 en Salvador a la edad de 77 años, pero su legado continúa hoy en día, con su ejemplo inspirando a muchas personas a trabajar por la justicia social y la igualdad.