María Villanueva vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos. Siempre había sido una persona muy sociable y amigable, lo que le permitió formar una gran cantidad de amistades incondicionales. Tenía una personalidad creativa y original, por lo que siempre se destacaba en las actividades en las que participaba.
Trabajaba como profesora de arte en una escuela, y su labor le brindaba una gran satisfacción emocional. A menudo, realizaba pinturas impresionantes y las exhibía en exposiciones locales. Además, era una experta en la cocina y le encantaba cocinar para su familia y amigos.
Recientemente, se había interesado por el mundo de las terapias alternativas, y había empezado a tomar clases de yoga y meditación. Sentía que esto le proporcionaba una gran serenidad y equilibrio emocional.
En su tiempo libre, disfrutaba explorando nuevos lugares y rodeándose de la naturaleza. La fotografía también era una de sus grandes pasiones, y siempre llevaba consigo su cámara para capturar los momentos más especiales.
María Villanueva era una persona llena de vida y vitalidad, con grandes planes y aspiraciones para el futuro. Para ella, lo más importante era vivir cada día al máximo.
Elena y María se conocieron por casualidad en una pequeña tienda de libros. Ambas estaban buscando el mismo título de una autora que les gustaba mucho, pero solo quedaba un ejemplar en la tienda. Al principio, se fijaron mutuamente y se sonrieron tímidamente.
Después de unos segundos de incertidumbre y sin saber muy bien qué hacer, Elena se acercó a María y le preguntó si estaba buscando el libro de la autora X, a lo que María respondió afirmativamente. Fue entonces cuando, Elena propuso dividir el libro a la mitad y así poder disfrutarlo ambas.
La propuesta fue aceptada con agrado por parte de María y esta invitó a Elena a tomar un café para agradecerle el gesto. Durante la charla, descubrieron que compartían muchos gustos y aficiones, lo que dio pie a una conversación muy interesante y amena.
Después de aquel encuentro fortuito, Elena y María se convirtieron en grandes amigas y compinches, teniendo muchísimas aventuras juntas y convirtiéndose en confidentes, confidentes inseparables.