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Mariana Treviño

Mariana Treviño

Mariana Treviño es una actriz y comediante mexicana nacida el 8 de noviembre de 1977 en la Ciudad de México. Su carrera artística comenzó en el teatro, donde actuó en diversas obras en los escenarios mexicanos.

En el 2000, debutó en televisión en la serie "Todo por amor" de TV Azteca y posteriormente participó en proyectos como "El agujeró de la cerradura", "XY. La revista" y "Gitanas". En el año 2003, ingresó a la telenovela "Mirada de mujer: El regreso" producida por TV Azteca, donde dio vida a la hija del personaje de Angélica Aragón.

En el cine, Mariana Treviño ha trabajado con directores como Luis Estrada, Sebastián del Amo y Alejandro González Iñárritu en películas como "Un mundo maravilloso", "La ley de Herodes" y "Amores perros".

En el año 2009, participó en el programa de televisión "La hora pico" y posteriormente en "La parodia", donde se convirtió en una de las integrantes más populares y queridas del elenco.

En el 2015, protagonizó la película "Club de cuervos" de Netflix, en la que interpretó el papel de Isabel Iglesias, una mujer trabajadora, a quien se le encomienda el manejo del equipo de fútbol "Los cuervos". La serie fue un gran éxito y dio lugar a cuatro temporadas y un spin-off titulado "La balada de Hugo Sánchez".

En el 2017, volvió a la televisión abierta con la telenovela "Caer en tentación" producida por Televisa. En esta historia, interpretó a Damián Becker, una mujer que decide vengarse de las personas que le hicieron daño en el pasado.

Mariana Treviño sigue siendo una de las actrices más populares y queridas en México y ha dejado claro que es una artista versátil capaz de hacer reír y también de emocionar al público con sus interpretaciones.

Relaciones amorosas

Pablo Valentín

Pablo Valentín

Esposo de Mariana Treviño

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Mariana y Pablo se conocieron en una pequeña tienda de libros usados en el centro de la ciudad. Ambos estaban buscando un libro en particular y casualmente llegaron al mismo estante al mismo tiempo. Con una sonrisa tímida, Mariana le preguntó a Pablo si conocía un buen libro de poesía, a lo que él respondió con entusiasmo y comenzaron a intercambiar recomendaciones. Desde entonces, cada vez que visitaban la tienda, se encontraban allí y mantenían largas y agradables conversaciones sobre literatura y vida. Finalmente, después de varios encuentros, se hicieron amigos cercanos y comenzaron a explorar juntos la ciudad y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida juntos.