Marie Anne de Coislin fue una aristócrata y mecenas de las artes francesa nacida en 1689 y fallecida en 1777. Fue la hija del Marqués de Bauffremont y su madre, la Duquesa de Coislin, era dama de compañía de la reina de Francia.
Marie Anne se casó con Charles François de Montmorency-Luxembourg, el Duque de Montmorency, a los 16 años. Tuvieron dos hijos, pero el matrimonio no fue feliz.
Tras la muerte de su marido, Marie Anne se volvió a casar con el Duque de Lorges y se convirtió en una de las damas más destacadas de la corte de Versalles. Era conocida por su inteligencia y su amor por las artes, y tuvo una gran influencia en la vida cultural de la época.
Marie Anne fue mecenas de muchos artistas y escritores, incluyendo a Voltaire, Montesquieu y Diderot. También fue una gran coleccionista de arte y poseía una de las colecciones más valiosas de la época.
Tras la muerte de su segundo marido, Marie Anne se retiró a su castillo en Lorraine, donde vivió el resto de su vida. Murió a la edad de 88 años en 1777.
Su legado como mecenas y coleccionista de arte ha sido reconocido a través de los siglos y su nombre sigue siendo recordado como una de las mujeres más influyentes de la Francia del siglo XVIII.
Gustavo III de Suecia y Marie-Anne de Coislin mantuvieron una relación por correspondencia que se inició en 1770 y duró aproximadamente hasta 1782.
La relación comenzó cuando Gustavo visitó la corte de Versalles durante su gran gira por Europa. Allí conoció a Marie-Anne, quien era dama de compañía de la Reina de Francia, María Antonieta. Gustavo quedó impresionado por la belleza y el ingenio de Marie-Anne, y comenzaron a intercambiar cartas.
Las cartas de Gustavo a Marie-Anne se caracterizaron por su contenido lírico y sentimental. Gustavo le expresó su amor y admiración por ella en términos poéticos y románticos. Sin embargo, las cartas de Marie-Anne a Gustavo eran más reservadas y formales, aunque siempre amistosas.
La relación entre ambos nunca llegó a ser completamente romántica, aunque hubo momentos en que Gustavo expresó su deseo de casarse con Marie-Anne. En varias ocasiones, Gustavo le ofreció a Marie-Anne el título de Reina de Suecia si se casaba con él, aunque ella siempre rechazó sus propuestas.
La relación finalmente se terminó en 1782 debido a la presión de la familia real sueca, que desaprobaba la relación de Gustavo con una mujer que no pertenecía a la nobleza europea. Aunque la relación de Gustavo y Marie-Anne nunca llevó a un matrimonio, su correspondencia es considerada un ejemplo de la literatura romántica del siglo XVIII y de la sensibilidad artística del rey Gustavo III.
Louis XV de Francia y Marie-Anne de Coislin se conocieron cuando eran jóvenes y se convirtieron en amigos cercanos. Pero cuando Louis ascendió al trono de Francia en 1715, se distanciaron.
En 1722, Marie-Anne se casó con el duque de Richelieu y se convirtió en una importante figura en la corte francesa. Aunque su amistad con Louis XV había disminuido, seguían manteniendo una relación cordial.
En 1740, Louis XV nombró a Marie-Anne como dama de compañía de su esposa, la reina Marie Leszczyńska. Durante este tiempo, se rumoreaba que la relación entre Marie-Anne y Louis XV había cambiado y que habían reavivado una apasionada relación amorosa. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes de esto.
En 1742, Marie-Anne dejó su posición como dama de compañía de la reina y se retiró de la corte francesa. A lo largo de los años, siguió siendo una figura influyente en la sociedad francesa y mantuvo una relación amistosa con el rey.
La relación entre Louis XV y Marie-Anne de Coislin ha sido objeto de mucha especulación, pero la verdad detrás de sus vínculos sigue siendo un misterio.
Marie-Anne de Coislin fue una noble francesa que tuvo una relación sentimental con Pedro III de Rusia.
La pareja se conoció en 1757, cuando Pedro III visitó Francia en su camino hacia Prusia. Durante su estadía, Pedro se enamoró de Marie-Anne, quien era conocida por su belleza y elegancia. La pareja comenzó una relación amorosa que duró varios años.
En 1761, Pedro III ascendió al trono de Rusia tras la muerte de su tía, la emperatriz Isabel. Sin embargo, su reinado fue breve, ya que fue derrocado por su esposa, Catalina II, poco más de seis meses después de su coronación.
Se cree que la relación entre Pedro III y Marie-Anne pudo haber sido uno de los motivos de su caída. Catalina II se sentía amenazada por la influencia que Marie-Anne tenía sobre Pedro y, por lo tanto, habría conspirado para derrocarlo.
Tras su destitución, Pedro fue encarcelado y murió misteriosamente pocos días después. Marie-Anne se retiró de la vida pública y se dedicó a obras de caridad. Falleció en 1777, a los 48 años.
A pesar de que la relación entre Marie-Anne de Coislin y Pedro III de Rusia fue breve y terminó trágicamente, ha pasado a la historia como una de las historias de amor más famosas entre miembros de la nobleza europea del siglo XVIII.