Marilyn Healing se encontraba en el auge de su carrera como actriz de cine y televisión; sin embargo, sentía que algo faltaba en su vida. Después de mucho reflexionar, decidió dedicar más tiempo a su familia y amigos, especialmente a su sobrino de 8 años que vivía con ella tras su divorcio. También comenzó a implicarse más en causas sociales y humanitarias, organizando eventos y donando parte de sus ganancias a organizaciones benéficas.
Además de su trabajo en el mundo del espectáculo, Marilyn también incursionó en el mundo de los negocios, estableciendo su propia compañía de producción cinematográfica y televisiva. Combinando su pasión por la actuación y su visión empresarial, logró consolidarse como una de las productoras más destacadas de la industria.
A pesar de los altibajos en su vida profesional y personal, Marilyn siempre mantuvo su espíritu optimista y su afán por superarse a sí misma. Y aunque no todo fue color de rosa, logró encontrar un equilibrio entre su carrera, su familia y su papel como ciudadana comprometida.
Marilyn Healing y el Príncipe Alfonso von und zu Hohenlohe-Langenburg mantuvieron una relación sentimental muy publicitada en la década de 1970. Healing, una modelo y actriz estadounidense, se enamoró del príncipe español mientras rodaba una película en Marbella, España, donde él era propietario de un hotel.
La pareja se convirtió en una de las más conocidas en la alta sociedad europea de la época, asistiendo a eventos glamurosos y siendo fotografiados en revistas del corazón. A pesar de la diferencia de edad, la relación duró varios años y se rumoreó que la pareja incluso estaba comprometida en un momento dado.
Sin embargo, en 1977, Healing se casó con Richard Burton, un famoso actor británico, y la relación con el Príncipe Alfonso llegó a su fin. A pesar de la separación, la pareja mantuvo una amistad y Mantuvieron contacto en el futuro.
El Príncipe Alfonso von und zu Hohenlohe-Langenburg falleció en 2003, y Healing murió en 2004.