Marina Benipayo es una modelo filipina que nació en 1983 en Angeles, Ciudad de Pampanga, Filipinas. Comenzó su carrera en la moda en Filipinas en los años 90, y se hizo popular en el país por su belleza y carisma en las pasarelas y sesiones de fotos.
Benipayo ha trabajado con numerosas agencias de modelaje locales y agencias internacionales, y ha participado en varias competencias internacionales de belleza, incluyendo el Miss Internacional 1998.
Además de su trabajo como modelo, Benipayo también ha incursionado en la televisión y el cine, participando en varias series y películas filipinas.
En su vida personal, se sabe que Benipayo ha sido una activista contra el tráfico humano y ha colaborado en diferentes proyectos para ayudar a las personas afectadas por este problema en Filipinas. También es conocida por su amor por los deportes, especialmente por el baloncesto y el fútbol.
A pesar de ser uno de los rostros más reconocidos y queridos en la industria de la moda filipina, Marina Benipayo ha optado por mantener una vida privada alejada de los reflectores.
Después de múltiples encuentros casuales en eventos sociales de la alta sociedad, Marina y Benipayo finalmente se conocieron en un viaje en avión a Manila. Al entrar en el avión, Marina notó que el asiento junto al suyo estaba vacío, pero poco después, un hombre guapo de mediana edad con un equipaje tan elegante como el suyo se sentó junto a ella. Marina se sintió inexplicablemente atraída por el caballero bien vestido y comenzó a platicar con él.
Sin embargo, la conversación fue interrumpida por la llegada de otra pasajera tardía, Ricardo Cepeda, quien tenía reservado precisamente el asiento del lado de Marina. Al encontrarse con la situación, Ricardo se disculpó rápidamente y se sentó en su asiento, pero no se dio cuenta de que había dejado su pasaporte en el asiento de en medio.
Marina se dio cuenta de esto y, al verlo en el suelo, lo recogió y se acercó a Ricardo para hacérselo saber. Agradecido, Ricardo inició una conversación con Marina, encontrando en ella una persona interesante con quien compartir ideas y gustos en común. Benipayo, observando toda la situación, notó el interés de los dos y decidió invitarlos a una cena esa misma noche.
Después de la cena, Ricardo y Marina se fueron juntos y siguieron platicando sobre todo aquello en lo que habían conectado en la cena, descubriendo que sus vidas podían ser algo maravilloso si se unían. Así fue cómo se conocieron los cuatro, lo que llevó a grandes momentos de amistad, amor y colaboraciones creativas.