Mario Camerini fue un director de cine italiano nacido en Roma en 1895. Se inició como guionista y actor en la década de 1920 y en 1933 dirigió su primera película, "Teresa Confalonieri". A partir de entonces, dirigió más de cuarenta películas entre las que se destacan "Darò un milione" (1935), "Due milioni per un sorriso" (1951) y "Un americano a Roma" (1954).
Camerini fue uno de los realizadores más importantes de la época del cine mudo en Italia y su obra está caracterizada por una mezcla de comedia y drama. En 1937 ganó el premio a la mejor dirección en el Festival de Cine de Venecia por su película "Ginevra degli Almieri" y en 1951 obtuvo el premio al mejor director en el Festival de Cine de San Sebastián por "Due milioni per un sorriso".
A lo largo de su carrera, Camerini trabajó con algunos de los actores más destacados de la época, como Vittorio De Sica, Giulietta Masina y Totò. Falleció en 1981 en Roma, a los 86 años, dejando un legado importante en la historia del cine italiano.
Assia-Noris y Mario Camerini tuvieron una relación personal y profesional durante varios años. Assia-Noris, cuyo verdadero nombre era Gladis Florimonte, era una actriz argentina que llegó a la fama en la década de 1930 y que trabajó en varias películas italianas. Fue durante el rodaje de la película "Lo squadrone bianco" en 1936 cuando conoció a Mario Camerini, un famoso director y guionista italiano.
La relación personal entre Assia-Noris y Mario Camerini comenzó poco después del rodaje de la película. La pareja se enamoró y comenzó a vivir juntos en Roma. Durante su relación, trabajaron juntos en varias películas, incluyendo "La mia canzone al vento" (1939) y "La cena delle beffe" (1941), en las que Assia-Noris interpretó papeles protagonistas.
Sin embargo, la relación terminó en 1941 después de que Assia-Noris fuera encarcelada por su supuesta relación con una figura política antifascista. Aunque finalmente fue liberada, la relación con Camerini se rompió y nunca volvieron a trabajar juntos en el cine. Assia-Noris continuó su carrera como actriz, pero su popularidad disminuyó después de la Segunda Guerra Mundial. Falleció en Buenos Aires en 1953. Por su parte, Mario Camerini continuó su carrera como director de cine en Italia y trabajó con actores y actrices famosos como Sophia Loren y Marcello Mastroianni. Falleció en 1980.